Montse y ‘Mecológico’

Mecológico surge como un sueño por compartir salud y consciencia al mayor número posible de personas. El amor a La Tierra y a la vida en todas sus formas, junto con la responsabilidad y la necesidad de trabajar por un bien común hacen que comience a fraguarse este sueño.

Como cualquier semilla, ésta, también se engendró en la tierra, en una especial por su riqueza, la tierra de Brenes. Hasta nuestras manos llegó un producto extraordinario de esas tierras, una naranja, criada sin químicos, y con mucha atención y cuidado. Comprobamos lo que ya sentíamos, que las cosas no son iguales, y que esa diferencia y nuestra elección y consciencia es lo que produce los cambios. Quisimos compartir este fruto con la gente a la que “queríamos” y poco a poco quisimos buscar y compartir  otros muchos productos, y curiosamente fue creciendo a la par los productos y la gente,… a la que “queríamos”. Así nace Mecológico, desde el querer, el querer compartir y la conciencia.

Y nos subimos a este tren,… sin un destino final, queriendo que el propio viaje fuera el master en vida que queríamos hacer, y ¡claro que lo ha sido, y claro que lo está siendo¡¡¡. Cuando uno se mueve entre tanta vida, la de la tierra, la de los productos, la de las personas que se van sumando todo está por escribir.

Mecológico no es una tienda, es un proyecto que habla de soberanía alimentaria, de comercio justo, de conciencia que genera cambio, cambios auténticos y desde el corazón… de personas sumando esfuerzos para llevar a cabo los cambios que necesitamos, para que este mundo sea un lugar mejor.

Y comenzamos a conocer otras iniciativas, que desde otros sitios, pero con ese denominador común de “unión, de justicia, de poner en el centro a las personas, de.. querer un mundo mejor para todos” también estaban subidas al mismo tren. Y vimos que algunas de ellas al definirse también nos definían,… eso nos pasó por ejemplo con el concepto de Buen vivir….

Realmente estamos explorando ideas y vivencias no basadas en lo material. Las personas son el centro de este proyecto, desde la individualidad y como suma de una energía conjunta.

Cuidamos el entorno, tanto el ambiental como el humano; Una de nuestra líneas de actuación quiere desarrollar “ese diálogo con ambos y con nosotros mismos”. A partir de septiembre por ejemplo queremos empezar a desarrollar visitas conscientes al huerto y  a entornos cercanos y privilegiados, verdaderos tesoros que están deseando contarnos cosas y escucharnos, a veces desde el silencio, silencio que permita ese diálogo entre las personas y el entorno.

Invitamos constantemente a que las personas consuman lo que necesitan, e invitamos a la reflexión necesaria para conseguir descubrir que es lo que realmente necesitamos.

Basamos nuestro proyecto en la búsqueda de colaboraciones y cooperaciones constantes con proyectos y personas. Cada persona es una oportunidad de suma desde un determinado sitio, el suyo y así lo entendemos y vivimos.

Queremos implicarnos con esos proyectos que consideramos hermanos, y siempre estamos buscando alianzas y colaboraciones. A veces las aportaciones llegan de sitios que no hubiéramos pensado. Estamos abiertos y constantemente aprendemos de las “otras formas de hacer las cosas”.

Este proyecto es especialmente sensible con las mujeres. Sinceramente creemos que tienen un papel fundamental para conseguir el cambio.

Desde el sentir este proyecto se va fraguando y es un placer compartir ese tren

Aquí os dejamos un enlace a un pequeño video que nos hicieron, otro proyecto interesante, muy interesante denominado “Historias de Luz”. Un placer sumar también a esto. El video se hizo hace un par de años y algunas cosas, principalmente de la logística han cambiado, ahora no podemos hacer  el reparto en bicicleta porque el reparto en la ciudad, o a pueblos cercanos no nos lo permiten, ,… pero nuestra esencia es la misma.